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Publicado por
Yessica Malaver |
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LA POSICIÓN DE LA TIERRA
Si no existiera el Sol para iluminar y calentar la Tierra, esta no sería más que una piedra fría, oscura y sin vida. Girando en órbita a una distancia de 150 millones de kilómetros del Sol, nuestro planeta se encuentra en una posición ideal: entre una Venus ardiente y un Marte glacial. Hasta donde sabemos, la Tierra -con una temperatura promedio de 15°C- es el único planeta del Sistema Solar en el que puede haber vida. Debido a su forma, semejante a una bola enorme ligeramente achatada, los rayos solares no inciden con la misma intensidad sobre la superficie. Los países más cercanos al Ecuador reciben los rayos solares en forma directa y durante más tiempo, por lo que sus climas son cálidos; los países cercanos a las regiones polares, así como los polos Norte y Sur, reciben los rayos del Sol de manera menos directa, por lo que sus climas son mucho más fríos.
LAS ESTACIONES
La Tierra gira alrededor del Sol en un recorrido que dura un año. Realiza su movimiento orbital en una posición ligeramente inclinada, por lo que los polos Norte y Sur no se sitúan exactamente en la parte superior e inferior del globo. Esto significa que, dependiendo de la estación del año, uno de los hemisferios, el Norte o el Sur, recibe más calor. Por ejemplo, en julio, el hemisferio Norte está inclinado hacia el So], por lo tanto, es verano en América del Norte e invierno en los países ubicados en el hemisferio Sur. Esta situación se invierte seis meses después.
La atmósfera terrestre es la parte gaseosa de la Tierra, siendo por esto la capa más externa y menos densa del planeta. Está constituida por varios gases que varían en cantidad según la presión a diversas alturas. Esta mezcla de gases que forma la atmósfera recibe genéricamente el nombre de aire. El 75% de masa atmosférica se encuentra en los primeros 11 km de altura, desde la superficie del mar. Los principales elementos que la componen son el oxígeno (21%) y el nitrógeno (78%).
La atmósfera y la hidrosfera constituyen el sistema de capas fluidas superficiales del planeta, cuyos movimientos dinámicos están estrechamente relacionados. Las corrientes de aire reducen drásticamente las diferencias de temperatura entre el día y la noche, distribuyendo el calor por toda la superficie del planeta. Este sistema cerrado evita que las noches sean gélidas o que los días sean extremadamente calientes.
La atmósfera protege la vida sobre la Tierra absorbiendo gran parte de la radiación solar ultravioleta en la capa de ozono. Además, actúa como escudo protector contra los meteoritos, los cuales se trituran en polvo a causa de la fricción que sufren al hacer contacto con los gases.
El hoyo en la capa de ozono
La Tierra esta rodeada por una capa de ozono, un gas que adsorbe mucho de los rayos dañonos del sol, los cuales pueden causar cáncer. Hace 20 años, los científicos se percataron de que la capa de ozono sobre la Antártica se estaba adelgazando y provocaba lo que hoy se conoce como el hoyo de la capa de ozono.
Esta disminución del grosor del escudo protector fue provocada básicamente por los clorofluorocarbones
(gases CRC), que antes se utilizaban en los refrigeradores y las latas de aerosol. Aunque estos gases ya no se producen, el hoyo de la capa de ozono sigue aumentando, debido a que los gases crc que flotan en nuestra atmósfera seguirán siendo destructivos durante muchos años más.
Formación del Viento
El aire cálido es más ligero que el aire frío, girando como una ruleta de la fortuna, haciendo que el aire frio ocupe su lugar. En la superficie de la Tierra, cuando el aire frio se caliente se aligera y comienza a subir, y por el contrario el aire cálido que estaba arriba comienza a enfriarse, con lo que se vuelve más pesado y baja. Este intercambio circular de aire cálido y aire frío produce el viento. Las principales corrientes de aire que recorren la superficie de la Tierra se llaman vientos predominantes. Estos vientos son constantes: por lo general, soplan siempre con la misma fuerza y sin cambiar de dirección. Son el resultado del intercambio de corrientes de aire de distintas temperaturas entre las regiones cálidas y frías de la Tierra.
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